¿ Por qué elegimos jugar al Golf ?

ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA JUGANDO AL GOLF; LO DEMAS LO DESPERDICIE…(Anónimo)

Por Jorge V. Garasino – (Ex Director Ejecutivo de la AAG – 1983/2001)

Creo que el golf es uno de los juegos más atractivos que ha inventado el hombre; posiblemente obra de un escocés desocupado y que además no quería ir al frente de batalla…

Nadie puede explicar racionalmente por qué lo juega. Pero todos sabemos que es el juego de las sorpresas y satisfacciones, de los errores y disgustos.

Nos exige permanente humildad y por eso, por no respetar ese código, nos humilla hasta hacernos sentir como una vieja palangana, con perdón de las palanganas…

Golf es la síntesis perfecta de dolor y satisfacción, de triunfo y de derrota. Pasamos en un segundo de lo ridículo a sentirnos genios… porque nos engañamos creyendo que el mejor golpe del día es nuestro juego standard… Ilusos de nosotros !!

Es que ese sólo fue un buen golpe entre los cien horribles que ejecutamos.

Nos atiborramos de lectura, gráficos y fotos de los grandes maestros, olvidando que alguien, muy sabiamente dijo que lo único que se puede aprender de los libros sobre golf es que nada se puede aprender de los libros sobre golf, pero se deben leer múltiples libros sobre golf para aprender eso.

Lo podemos jugar desde niños hasta ser ancianos, pero no por eso es un juego ni de niños ni de ancianos. Sólo necesitamos fuerzas necesarias para caminar una vuelta de golf.

Los «otros» deportes nos proponen una actividad física permanente, plena de buenos reflejos. En cambio el golf nos exige quietud, serenidad espiritual física y además tiempo suficiente para pensar en el golpe que vamos a ejecutar.

Es un juego contradictorio: hay que poner en movimiento una pelota que siempre debe estar detenida.

Caminamos no menos de cuatro horas y la pelota apenas se ha movido unos pocos minutos. Y ha volado apenas unos segundos !!

Necesitamos que la pelota vaya lejos y volando. Sin embargo el juego se decide cuando la pelota rueda por el suelo y terminan descansando en el hoyo.
En otros deportes los músculos están permanentemente al acecho. En el golf todo lo contrario, deben estar relajados hasta el momento que se activan en una milésima de segundo.

Al swing lo queremos hacer como un acto pensado, estudiado, memorizado. Y sin embargo es puro instinto y sensaciones.

Jugamos golf para combatir el stress que provoca la tiranía del reloj los días de semana y sin embargo jugando golf somos esclavos del tiempo:

  • horario estricto para iniciar el juego
  • para ejecutar cada golpe
  • para buscar una pelota en la cancha
  • para entregar la tarjeta de score, etc etc.

Y cuanto tienen que ver el clima y sus elementos !! Salimos con pleno sol y terminamos con lluvia; empezamos con frio y terminamos muertos de calor.

Controlamos a los amigos en favor de los que no lo son. También nos autopenalizamos. Hacemos en el juego lo que debería ser nuestra permanente norma de vida ciudadana.

Estamos alegres porque jugamos bien. Pero justamente es al revés: jugamos bien porque estuvimos alegres, distendidos, con fuerza positiva.

Tenemos que movilizar una pelota que mide 1,68 pulgadas y apenas pesa 46 gramos. Pero para algunos nos parece una tonelada.

Y si alguna vez pudieramos golpearla repitiendo el swing de práctica…Teso sería una maravilla, tocaríamos el cielo con las manos !!

El handicap nos permite hacer iguales los partidos más desiguales. Tanto, que hasta nos podemos divertir jugando con los suegros…

El golf es una pura paradoja: puedo jugar en la misma cancha que juegan Eduardo Romero y Roberto De Vicenzo o cualquier otro “dios” del deporte. En cambio no me veo pateando un penal en la cancha de Boca Jrs.

Robert Forgan escribió entre otras cosas exquisitas: «una vuelta de golf está llena de triunfos inesperados y de golpes aparentemente perfectos que terminan en desastres».

Por eso, cuando termine el siglo y se haga la lista de las cosas que le han gustado a los hombres, no dudo que estará la Coca Cola, la Televisión y también, sin dudas, el golf.

Octubre de 2014